Una planificación de un
negocio, en este caso un Centro Veterinario, requiere un punto de partida.
Pero, ¿cómo establecer la línea de salida?, ¿cómo es?, ¿dónde está situada?, y
lo más importante, hay que saber dónde encontrarla. Al igual que en cualquier
viaje, para llegar a una meta – que en las empresas se denominan objetivos - es
fundamental saber desde donde salimos. Así pues, la primera fase en cualquier
planificación debe ser la recogida y el análisis sistemático de los datos que
deben ayudar a conocer la fotografía que describa con la mayor exactitud
posible la situación actual del Centro Veterinario. La herramienta que se
emplea para este cometido se denomina auditoría o análisis interno.
Una auditoría o análisis
interno trata de inspeccionar o examinar el Centro Veterinario en su conjunto,
y su gestión. Es un ejercicio de recogida de información que permite evaluar o
valorar, y luego priorizar las tareas de gestión. Debe involucrase en este
ejercicio al mayor número de personas con conocimiento de las circunstancias
del Centro Veterinario; socios propietarios, colaboradores veterinarios y
asistentes técnicos, e incluso amigos y familiares de los socios…, ya que
pueden aportar puntos de vista desde perspectivas diferentes, que resultan ser
muy constructivos. Para facilitar esta tarea se puede emplear un cuestionario
que deben rellenar en un ambiente tranquilo, y relajado, sin interrupciones, y
empleando el tiempo necesario.
Un ejemplo de este cuestionario
se puede encontrar en la dirección web: http://gestionveterinaria.blogspot.com.es/p/formacion.html
Las diferentes áreas del
negocio veterinario que se debe examinar cuidadosamente son:
- Instalaciones
- Servicios
- Estándares o niveles clínicos existentes
- La plantilla
- El marketing y las técnicas de ventas empleadas
- Relaciones públicas y comunicación
- Sistemas internos de gestión
- Base de clientes con los que se trabaja
- Planes para el futuro (intenciones)
La información obtenida
con este cuestionario debe proporcionar a los gerentes una idea de la situación
actual del Centro Veterinario. Debe permitir contestar con objetividad a la
pregunta “¿dónde estamos?”, y saber cuáles pueden ser los objetivos a
alcanzar.
Para ello tenemos que
identificar cuáles son las fortalezas y las debilidades del centro veterinario.
El conocimiento de las fortalezas y de las debilidades se obtiene del análisis
introspectivo – esto es, de lo que se hace bien, y lo que es mejorable – Trata
de aquello que se puede controlar.
Mientras que el
conocimiento de las oportunidades y de las amenazas se obtiene del análisis de
la competencia, del estado del mercado y del sector, de la situación económica
y social en ese momento, factores culturales en relación con la tenencia de
mascotas, e incluso normativas legales que puedan afectar al desarrollo de una
actividad veterinaria de pequeños animales – en el caso que nos ocupa –
Para ello, y en base a
los resultados y conclusiones obtenidas de la auditoría interna, el siguiente
paso es “rellenar” la matriz DAFO, en la que se debe poner todas las
fortalezas, debilidades, amenazas, y oportunidades que se hayan podido
identificar
COMO INICIAR UN ANALISIS DAFO
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Enfoque interno:
Cuáles son los resultados actuales del rendimiento del
negocio
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FORTALEZAS
- Lo que se hace bien
- Lo que le gusta a los clientes
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DEBILIDADES
-
Aquello que se hace en el Centro
que es claramente mejorable
-
Lo competitivos que resultan los
servicios y precios en comparación con los de la competencia
|
Enfoque externo:
¿Qué está pasando fuera de las puertas del Centro Veterinario?
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OPORTUNIDADES (áreas en las que el
Centro Veterinario puede expandirse)
-
Las debilidades de la competencia
-
Lo que ocurre en el área de
influencia de los servicios ofrecidos
|
AMENAZAS (aspectos negativos de procedencia externa)
-
Cambios ocurridos en la comunidad
y en el entorno de influencia
-
Situación económica, social,
cultural, y política del momento
|
Una vez finalizada la
matriz DAFO conseguiremos la información para contestar a la pregunta “¿dónde estamos?”, así ya podemos
comenzar a mirar hacia adelante, comenzar a preguntarnos (y pensar en la
respuesta) “¿hacia dónde nos dirigiremos?”.
En resumen, podemos
concluir que:
Nuestras estrategias
futuras deben enfocarse de esta forma: Explotar en todo lo posible nuestras
FORTALEZAS, para aprovechar nuestras OPORTUNIDADES, siempre actuando con
cautela, teniendo en cuenta nuestras DEBILIDADES, y que nos permita
anticiparnos a nuestras AMENAZAS.
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